La Universidad Feevale integra una frente nacional de investigación para el combate al virus Zika (ZIKV). Por medio de la Llamada Prevención y Combate al virus Zika, de la SCTIE/MS, del CNPq/MCTIC y Capes/MEC, proyectos de investigación en universidades de todo el País fueron seleccionados para unir esfuerzos en proyectos de investigación científica y tecnológica, con foco en la prevención, diagnóstico y tratamiento de la infección del virus y enfermedades correlacionadas y en el combate a su vector, el mosquito Aedes aegypti. La Institución, en conjunto con la Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS), empezará las investigaciones  que permitirán avanzar en el conocimiento del ZIKV y  hacer testes con nuevos medicamentos contra la infección.

Liderado por el  investigador Fernando Spilki, de la Universidad Feevale, el equipo cuenta con Juliane Deise Fleck, Caroline Rigotto, Carolina Augusto Venker, Ana Luiza Ziulkoski y Sabrina Esteves de Matos Almeida, de la Feevale, y con Henri Stephan Schrekker, de la UFRGS. De acuerdo con Spilki, por medio de tres frentes principales, se buscará elucidar cuestiones sobre la biología de la replicación del ZIKV y de su diversidad genética, además de hacer testes de compuestos imidazólicos como posibles antivirales para el combate a la infección por el virus. Según el profesor, la investigación será desarrollada de la siguiente manera:

1ª frente – Tiene el objetivo de  comprender sobre la biología y la replicación del virus en la célula. “Vamos a utilizar las amuestras patrón que tenemos, cedidas por los colegas investigadores, de la línea africana y polinesia, que es la que está en Brasil”, explica Spilki.  A través del linaje de los genes por análisis de microarreglos y secuenciación de DNA, se pretende determinar lo qué ocurre en la expresión génica celular en la infección por ese tipo de virus.

2ª frente -  Tiene como foco la caracterización genómica del ZIKV. “Utilizando la secuenciación de nueva generación, el intuito es intentar  secuenciar genomas enteros o casi enteros de las muestras de pacientes que fueron positivas para infección por Zika  aquí en el Rio Grande do Sul y amuestras que han resultado negativo para el virus, pero con la misma sintomatología”, asegura el profesor.  A través del análisis, se pretende caracterizar las cadenas de transmisión de ZIKV circulantes en Brasil, en especial en el RS, para determinar cuáles modificaciones el virus puede haber sufrido y, en los casos en que los síntomas eran los mismos pero el ZIKV no fue detectado, que otro agente podría ser.

3ª frente – El tercer abordaje, realizado con la UFRGS, será un intento de hacer un análisis de los compuestos imidazólicos (especie de medicamentos utilizados como anti fúngicos) que ya tiene actividad comprobada contra otros micro-organismos, en el sentido de intentar comprobar  si posen, también, actividad antiviral. “En los laboratorios de Microbiología Molecular y de Citotoxicidad, coordinado por la profesora Ana Luiza Ziulkoski, será evaluada la toxicidad de los compuestos en cultura de células, para que se pueda tener una idea de su seguridad”, explica Spilki. Al cargo de los laboratorios de la UFRGS,  permanecerá la síntesis de los compuestos. Los diferentes compuestos químicos serán puestos en test en ensayos en células en relación a su capacidad de inhibir diferentes etapas de la replicación del virus Zika.

De acuerdo con el profesor Spilki, hay un largo camino en busca de un nuevo medicamento. “Ya existen testes de antivirales en el mercado, pero hay una demanda para nuevos compuestos que sean seguros para mujeres embarazadas. El problema de los antivirales más tradicionales es que ellos interfieren también en determinadas funciones celulares, es decir, su uso es especialmente peligroso  cuando el feto se está desarrollando. Otro desafío es generar  nuevos antivirales que sean más seguros”, complementa.

El proyecto tiene un aporte de más de R$ 100 mil en la Llamada MCTIC-CNPq/ MEC-CAPES/ MS-Decit / FNDCT Nº 14/2016 – Prevención y  Combate al virus Zika.  La Universidad Feevale invertirá cerca de R$ 70 mil en la investigación.