La Universidad Feevale mantiene convenio con instituciones de educación de Finlandia desde hace 12 años. Este mes ha ocurrido un importante paso para profundizar ese proceso cuando una reunión marcó la concretización del programa de perfeccionamiento a partir de metodologías desarrolladas en el país nórdico. Los cinco profesores seleccionados en una convocatoria interna del programa internacional Teaching and Learning in Higher Education se reunieron con Jarkko Wickström, director de Operaciones, Brasil y Latinoamérica de la Finland University, consorcio que reúne algunas de las principales instituciones de educación del país: Universidad del Leste de Finlandia, Universidad de Tampere, Universidad de Turku y Universidad Åbo Akademi. La convocatoria prevé la formación de docentes interesados en desarrollar o ampliar las competencias pedagógicas individuales y colectivas.

El acuerdo firmado en septiembre de este año con la Finland University se centra en los avances de los proyectos educacionales y en prácticas innovadoras, previendo la preparación de profesores para que puedan adoptar metodologías y tecnologías de trabajo de las instituciones finlandesas. Está previsto un conjunto de acciones centradas en el desarrollo personal y en proyectos de enseñanza y de investigación. “Nuestro convenio con Finlandia es cambiar el concepto del tema educación en la Universidade Feevale en todos los niveles”,  proyecta el rector de la Institución, Cleber Prodanov. “El eje del proceso es el alumno y su relación con el profesor. Ello impactará nuestras acciones.”

En Brasil, Feevale fue la pionera en el relacionamiento con universidades finlandesas: el 2006 con la Häme University of Applied Sciences (Hamk) y el 2008 con la Universidad de Tempere. Más tarde, el 2012, celebró otro acuerdo, con la VIA University College, de Dinamarca. La intensificación de la relación entre esas instituciones originó el 2016 un acuerdo trilateral, Beyond: Alliance for Knowledge (BAK). El principal objetivo de esa alianza es ampliar acciones para la educación internacional, integrando grupos de investigación e internacionalizando empresas vinculadas a los parques tecnológicos de las universidades que mantienen convenio, además de otras acciones de cooperación.

“Nuestra relación con Finlandia es un proceso que a lo largo de los años está madurando con proyectos en conjunto e investigación”, analiza Prodanov. “Ahora lo que aceleraremos es la utilización de lo mejor de Finlandia. Lo utilizaremos en la capacitación de los profesores, porque hablar sobre Finlandia significa hablar de calidad educacional.”

El proceso de formación docente en la Universidad Feevale, del acuerdo con la Finland University, empieza con Manuela Albornoz Gonçalves, Marco Antônio Mabília Martins, Marina Seibert Cezar, Paula Luce Bohrer y Roberto Affonso Schilling. Entre los meses de marzo y septiembre del próximo año, esos profesores tendrán clases ministradas por finlandeses en encuentros presenciales en São Paulo y también en la modalidad a distancia. Consecuentemente, habrá una multiplicación interna de ese conocimiento. La previsión, de acuerdo con Prodanov, es de que en un año todos los profesores de la Universidad y de la Escuela de Educación Básica Feevale – Escuela de Aplicación reciban la capacitación. El convenio establece también la ejecución de proyectos especiales y la creación de programas conjuntos de posgrado lato sensu y stricto sensu.

Rankings internacionales que evalúan la calidad de educación entre diversos países posicionan Finlandia en el topo en todos los niveles educacionales. Ese reconocimiento es fruto de inversión y de metodologías ya desarrolladas hace al menos unos 160 años, cuando Uno Cygnaeus (1810-1888) creó el sistema educacional público finlandés. Él estableció una metodología propia, después de viajar por varios países para conocer lo que había de mejor en propuestas educacionales.

Algunos de los principios defendidos por Cygnaeus fueron el carácter laico de las escuelas y la creación de una facultad para formación de profesores, que comenzó a funcionar en 1862. Los recursos naturales de Finlandia eran agua, madera y frío, resumió Wickström. Con la estructuración del sistema educacional, fue montada una escuela a cada 15 quilómetros de las zonas rurales.

En 1969 hubo una gran reforma que estableció la igualdad como principio y dos obligatoriedades: todo ciudadano debe estudiar hasta el noveno año y todo profesor necesita tener una formación en nivel de máster. También fue creada una didáctica específica para cada asignatura, fruto de investigaciones desarrolladas para esa finalidad.

Para Wickström, economía estable y desarrollo resultan de la inversión en educación. Gráficos presentados por el ejecutivo indicaron que la curva de inversión creciente en universidades tiene un paralelo en el desarrollo económico. “Necesitamos garantizar que todos tengan acceso y estén en condiciones de igualdad”, comentó. “El espíritu de competitividad y la estandarización no funcionan.”

Él definió la receta educacional de Finlandia en los siguientes puntos: responsabilidad basada en confiabilidad; profesionalismo (“profesor que entiende de educación”); cooperación entre profesores y escuelas; riesgos controlados; testar cosas nuevas. “Podemos resumir en trabajo, continuidad, riesgo y experimentación”, dijo Wickström. Él destacó que la investigación hecha desde la práctica es una importante herramienta para profesores, principalmente, en la educación básica y en las escuelas de aplicación. “Todo lo que hacemos está basado en investigaciones desarrolladas en las universidades.”

En la reunión que mantuvo con los cinco profesores de la Universidad Feevale, Wickström presentó Finland University consorcio que actúa en el intercambio de prácticas educacionales consolidadas y bien sucedidas, que garantizan al país notoriedad por la implementación de algunos de los principales pilares de la educación en el siglo 21. En su totalidad, existen 40 universidades en el país. Las llamadas científicas, estructuradas a partir de la investigación y contemplando todas las áreas del conocimiento en los más diversos niveles, incluyendo prácticas posdoctorales, totalizando 14 opciones. Las otras 26 tienen foco en las ciencias aplicadas. Todas las universidades son públicas y ofrecen formación básica de cinco años, siendo tres dedicados a la graduación en tiempo integral y dos al máster. Las de ciencias aplicadas son responsables por la formación pedagógica de los profesores de la educación básica a la superior.

Entre el final de los años 1980 y empiezo de los 1990, las universidades finlandesas pasaron a practicar movilidad académica. En la actual fase de internacionalización, están interesados en cooperación basada no solo en el intercambio de alumnos, sino en la formación de profesores y en la creación de cursos de grado y posgrado. “Queremos alianzas estratégicas en Brasil”, asegura Wickström. Él destacó que la natalidad en Finlandia es muy baja, entonces la apertura de las universidades para el mundo se convierte muy estratégica para evitar que las instrucciones resulten ociosas.  Otro efecto de los bajos índices demográficos es la falta de mano de obra. El país tiene caso 2 mil startups que, los próximos años, demandarán de 10 mil a 15 mil profesionales. “No hay mano de obra suficiente”, reconoció.

Al tratar del proceso de ampliación internacional de Finlandia en el campo educacional, Wickström apuntó cinco áreas en las cuales el país detiene el mejor conocimiento mundial para ofrecer: tecnologías de información y comunicación (TICs), formación de profesores, salud, ciencias del medio ambiente y administración pública. Las instituciones que componen la Finland University ofrecen 67 másteres cuyas clases son impartidas en inglés. Wickström reconoce que eso de hace necesario debido a la dificultad de aprender finlandés. Si no consideramos la cuestión del idioma, la oferta cambia para cerca de 700. En lo que atañe los cursos de especialización (lato sensu), hay un sinfín de posibilidades que emergen de esas cinco áreas, estructurados de manera híbrida, con períodos presenciales y a distancia.

“Feevale es una universidad internacional con una calificada red de colaboración en 27 países. Entre ellos, Finlandia está en primero lugar en acciones conjuntas de cooperación con programas innovadores en calidad ambiental, energías renovables, salud y bienestar, industria creativa, Smart services, gestión estratégica y otros”, detalla la directora de Relaciones Internacionales e Institucionales de la Universidad Feevale, Paula Casari Cundari. “Ahora esa importante acción focalizada en la formación de docentes multiplicará el concepto educacional y la diseminación de las metodologías finlandesas en toda institución.”